La semana pasada la tuvimos muy
complicada así que no encontramos ocasión de llevar a cabo el experimento programado.
Lo íbamos a realizar ayer pero la actividad de plantación nos llevó más tiempo
del que pensábamos así que hoy tras el recreo hemos tenido la nueva sesión de
pequesabios.
Para hoy solo necesitábamos de
dos lápices planos por un lado.
¡Vamos a tratar de dejar pegados
los dos lápices!
Comencé yo y ellos no se creían
que de verdad se me hubieran pegados así que probamos con Diego el encargado de
hoy.
Había que chocar con gran fuerza
los dos lápices uno contra otro por la parte plana durante sesenta segundos y para
sorpresa de él se les quedaron pegados durante unos segundos.
Por grupos fueron probando y
aquellos que no despegaron en ningún momento los dos lápices al minuto los
tenían pegados.
Pero sin lugar a duda lo más
fascinante para ellos fue cuando les propuse salir al patio y cada uno empujar
el muro del porche de infantil, tras un minuto más de uno como Víctor alucinaba
al verse durante décimas de segundo pegado a la pared.
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