El experimento que nos ha tocado esta semana se encuentra dentro de un nuevo bloque de contenidos LA PRESIÓN.
Al comenzar la sesión y presentar los materiales que íbamos a usar no sabían muy bien de que iba la sesión de hoy de los pequesabios.
Teníamos:
-una bandeja blanca
-agua
-vaso de cristal
-papel absorvente, en nuestro caso servilletas.
Tenéis que intentar meter el vaso de cristal dentro del agua e intentar que el papel que contiene el vaso en su interior no se moje.
Pararos a pensar que hubierais hecho ustedes en el lugar de ellos.
¿Habríais cogido un tapón y lo habríais metido en el interior del vaso?
¿Habríais usado un plato de plástico de la clase, de juguete y colocado el vaso encima?
¿Habríais situado el vaso encima de un tapón?
Todas estas opciones de ellos y muchísimas parecidas a las suyas eran totalmente válidas.
Sin embargo yo quería que el vaso como les dije estuviera boca abajo y que al entrar el vaso en la bandeja de agua el papel no se mojara.
Esto resultaba difícil para ellos así que hubo que pararse a pensar, a oir a unos y a otros, tratando de reconducir sus ideas.
Sabíamos que el vaso sin agua como dijo Rubén Sánchez tenía algo, tenía aire.
Sabíamos que cuando tenía algo más como agua entonces había un poco de agua y un poco de aire como añadió Jesús.
¿Pero y qué sucede si queremos meter el vaso boca abajo en el agua con el papel dentro?
Para sorpresa de ellos y de ellas el vaso al meterlo en el agua y al momento sacarlo tenía el papel intacto, sin mojarse.
En las mesas estuvimos probando cada uno, observando como el papel no se mojaba.
¿Sabéis por qué pasa esto?
Esto ocurre porque dentro del vaso no solamente hay una bola de pale sino como dijo Rubén y Jesús había aire aunque no lo veamos, ocupando una parte del vaso.
De manera que al meter el vaso en el agua el aire como no puede salir derecho para arriba al notar la presencia del agua, ese aire sigue ocupando ese espacio del vaso y no deja entrar al agua, evitando así que el papel se moje.
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