Los cohetes funcionan con fuego y logran llegar muy alto, sin embargo nosotros y nosotras hoy en clase hemos construído un cohete que no sale disparado con la ayuda de llamas sino con aire.
Hemos tenido una nueva sesión de experimento, para esta ocasión os mandé pedir que cada niño, niña trajera a la clase una botella pequeña de agua, y ahora viendo el resultado estaba mucho mejor la de Aitor, una botella de plástico más duro, de coca cola.
Como habréis visto en los dos vídeos que os mandé José Luis y Álvaro explican muy bien porque funcionan así el cohete.
Además de la botella con el tapón agujereado necesitábamos dos cañitas, de diferente grosor y plastilina.
Lo primero que hicimos antes de nada fue recordar conceptos previos, está claro que teníamos una botella vacía de agua, sin embargo llena de aire aunque no lo viéramos puesto que este es transparente (estas ideas la mayoría ya las tiene en su cabeza, se repiten semana tras semana), estuvimos observando varias botellas, no veíamos por tanto nada.
A continuación cogimos la cañita más fina y la metimos por el agujero, afianzando esta al tapón con plastilina.
Ahora necesitábamos otra cañita, más gruesa puesto que si eran iguales no cabía una dentro de otra, como comprobó entre otras Ana María. La cañita más gruesa quedaba por encima de la más fina, y sobre la gruesa en el extremo superior cololamos un pegotón de plastilina, para que el aire no se escapara.
Teníamos que hacer fuerza en la botella y así la cañita más gruesa salía disparada como un cohete.
¿Sabéis por qué salía lanzada la cañita más gruesa?
Pues porque al apretar la botella, el aire que contiene en su interior tiene que salir por algún sitio y como la cañita gorda tenía la plastilina de la fuerza del aire hacía que esta saliera disparada.
Probad en casa con ellos y veréis vuestro cohete en acción.
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