Hace dos semanas cuando al volver del fin de semana vimos tan crecidas nuestras habichuelas, Carmen nos contó que su abuelo Antonio tenía muchos árboles en su campo, un huerto y animales. Huerto que después supimos que coincidía con el huerto ecológico del que también nos hablaba Estrella y que ante la pregunta de quien lo cuidaba nos dijo que lo hacía Antonio.
La semana pasada la seño Leo nos invitó a acompañarla junto con la clase de la seño Carmen a este huerto poniendo así fin a un taller que han tenido de comer sano.
Tras un breve trayecto en autobús llegamos al huerto de Antonio donde nos esperaba su amigo y compañero de faenas José María y su mujer María Antonia.
Junto a ellos tres algunas mamás de nuestra clase que Monse, la mamá de Estrella "enganchó" a la entrada del colegio para que nos acompañaran.
Una vez que dejamos nuestras mochilas para desayunar antes de irnos al colegio hicimos un gran corro y comenzamos a calentar nuestro cuerpo, a despertarlo, a prepararlo para que rindiéramos al máximo en los talleres que nos tenían preparados.
Una vez listos nos dividimos en dos grupos, del 1 al 13 iban conmigo y con las mamás de Jesús, José Luis y Álvaro, y del 14 al 25 junto a la seño María José y las mamás de África y Estrella.
En la zona de los árboles pudimos observar naranjos, ciruelos, olivos, melocotoneros, perales....pudimos coger paraguayos, ciruelas, aceitunas,....olimos las hojas del limonero, de laurel, incluso caca de caballo, muy buena para la tierra.
Otros como en clase pintaban con pintura árboles, frutas...¡qué tranquilos pintando en plena naturaleza con los modelos por delante!, junto a Maria Antonia que durante unas horas seguro que volvió a recordar el cole, su colegio del Falla donde hasta este año ha estado trabajando muchísimos años en primaria hasta que se jubiló.
Jugaron a ser semillas escondidas en maceteros gigantes, como imaginaréis se lo pasaron en grande en estos escondites.
José María nos condujo por el huerto, no solo vimos fresas, calabazas, cebollas, pimientos, berejenas, calabazas, olimos hierbabuena...sino que lo que íbamos recolectando lo íbamos metiendo en la azucaca que llevaba Juani, la mamá de Jesús.
Y del huero nos fuimos a ver los animales, gallinas que seguro se alegraron cuando nos fuimos porque corrían huyendo de más de uno y de una. Tambie´n vimos los conejos de un vecino de Antonio, Santos, que incluso nos dejó acariciarlos, aunque Pablo quisiera cogerlo, cosa que casi consiguió.
Nuestra jornada en el huerto acabó tomando nuestro desayuno y el que quiso también probó todo lo que habíamos recolectado, tomates, pepinos, ciruelas, paraguayos....
Y mientras llegaba el autobús rienda suelta, a jugar, a correr, incluso a pintar más de uno y de una.
Una mañana estupenda ¿verdad?
Gracias a todos y todas los que hicieron posible esta salida.
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