miércoles, 10 de septiembre de 2014

CUANTAS EMOCIONES JUNTAS.

Cada primer día de cole resulta diferente, venimos con nuestras cosas de casa, en el caso de los maestros y maestras estamos acabado de llegar como quien dice, desconectados, y de pronto como hoy llega el momento y se abre esa puerta del cole.
En mi caso no veía entrar a mis niños y niñas de este curso, ellos esperan fuera, son los más chicos del cole, no saben lo que les espera, vemos risas pero también miedo, llantos y más de una foto con sus caras me está llegando.
Y sin más nuestro porche de primaria se llena, gracias antes de nada a todos los maestros y maestras que en el pasillo, en la clase nos habéis ayudado, y también a las dos maestras que junto al director conforma nuestro equipo directivo, Belén y Encarni, que con tanta paciencia, con tanto jaleo han pasado lista a las dos clases. Alguns entraban fenomenal como Marcelo, José Luis, Carmen, Víctor Tomás, Ruo Xi...otros con muchas ganas, tantas que si se les frenaba lloraban como diciendo aquí mando yo.. y luego estaban otros no muy conformes con el colegio y eso que en el caso de Pablo, Jesús Andrés y Aitor me conocían de sobra.
Todos aferrados a su mochila, "no me la quites" decía Ezequiel mientras África muy mayor ella ayudaba a su compañera nueva Isabel a sacar su muda de la mochila...menos mal que hoy no necesitamos echar mano de ellas.
Tenía preparada una vagoneta para guardarlas todas y ante tantas emociones juntas que te pueden llegar a desbordar me entraron ganas de meterme en ella y lo intenté pero claro yo no entraba, les decía a ellos que me iba, que yo también me quería ir a mi casa con mi madre y surgió el momento gracioso del día, Isabel muy dispuesta con su mochila y todo se metió dentro y dijo al resto "la que me voy soy yo" y se metió dentro, y su compañero de guardería estab dispuesto a echarle hasta la tapadera.
Una vez guardamos todas las mudas, excepto la de Álvaro que no quiso darla, nos fuimos a colgar la mochila, algunos encontraron sus perchas, otros como Andrea decía que no llegaba, y otros preferían cogerla y enfilar pasillo como pensando si no la cuelgo me voy a casa con mi madre.
En el servicio se empeñaban en usar hasta los baños grandes aunque se tuvieran que empinar, unos más rápidos que otros acabaron y nos fuimos al porche, donde antes se separaron de vosotros y vosotras. Intentamos jugar con la pelota pero no pudo ser, querian correr y claro que corrimos, ellos y los amestros y maestras que estábamos con ellos.
Y sin darnos cuenta llegó la hora de irnos a casa, aunque Isabel y Diego preferían irse de nuevo al patio.
Como veís fue un ratito en el cole, pero lleno de muchas emociones...¿ a qué si?
Pues mañana muchas más.

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