El lunes en la asamblea José Luis estaba ansioso por contarnos de su cobaya estadounidense. Su cobaya conejo como decía él.
Algunos le replicaban que una
cobaya no era un conejo, así que en esas recurrimos a buscar en el diccionario
de la clase donde leímos que la cobaya era un mamífero roedor, esto es, mamaba
leche de su madre como muchos de nosotros de pequeños y roía la comida con sus
dientes, de la familia de los ratones, janster, conejos…
Ana María le decía que la cobaya por tanto no era
un conejo, porque este tenía las orejas largas mientras la cobaya de José Luis
como él nos dijo tenía orejas pequeñitas…
De los jansters Aitor sabe mucho porque él y su hermana
Carla tienen dos jansters y les propuse a los dos traer a sus mascotas y lo que
suele pasar siempre, todos quieren traer las suyas.
Como no podemos traerlos todos a
la vez hemos organizado en un cuadrante los días que vendrán cada una de las
mascotas de la clase y si alguna fuera imposible de traer iremos fuera del cole
para conocerla.
Lo ideal sería que el día que
estas mascotas vinieran a clase trajeras preparadas de casa respuestas para
varias interrogantes que hemos planteado hoy en clase…
1.¿Cómo se llama nuestra mascota?
2.¿Qué le gusta comer y beber?
3.¿Dónde está en casa (pecera,
suelto por el patio, jaula)?
4.¿Cómo se desplaza?
5.¿Cómo es su personalidad?
6.¿Alguna vez se ha puesto
enfermo?
7.¿Cómo nace?
Queremos plantear esta actividad donde cada uno presente su mascota junto a dos salidas, por un lado una visita al centro veterinario y por otro lado una salida a una zona preciosa de contacto con la naturaleza en el Parroso, en Villanueva del Río y Minas.
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